DESPUES DE AUSCHWITZ

En Despu&eacutes de Auschwitz Eva Schloss comparte con el lector lo que nadie hab&iacutea contado hasta ahora: todo lo que sucede cuando uno sobrevive a una tragedia a la que jam&aacutes pens&oacute que sobrevivir&iacutea c&oacutemo la supervivencia de verdad empieza despu&eacutes de aquello, cuando uno lucha cada d&iacutea por vivir y ser feliz. &laquoAnoche me qued&eacute despierta pensando c&oacutemo deber&iacutea concluir esta historia. Dentro de treinta a&ntildeos no quedar&aacute ning&uacuten superviviente del Holocausto, as&iacute que este libro es mi carta a la posteridad. Mi sue&ntildeo es que alguien lo recupere mucho despu&eacutes de mi muerte y se escandalice y se asombre al descubrir que el mundo fue as&iacute una vez. Que la persecuci&oacuten de gente por ser jud&iacutea &mdasho por ser negra, o por ser gitana, o musulmana, o gay&mdash se perciba como algo rid&iacuteculo, inhumano y monstruoso, tal como nos pasa ahora con la trata de esclavos&raquo. Eva Schloss era muy diferente a Ana Frank, pero eran grandes amigas. Despu&eacutes se convertir&iacutean en hermanastras, ya que el padre de Ana, Otto Frank, se cas&oacute con la madre de Eva. Eva, como Ana, padeci&oacute el horror de Auschwitz, aunque ella consigui&oacute sobrevivir. Eva reh&iacutezo su vida y decidi&oacute guardar silencio sobre su pasado pero, sesenta a&ntildeos despu&eacutes de sus terribles vivencias, algo reaviv&oacute sus recuerdos y la oblig&oacute a contar con una sinceridad apabullante su vida antes y despu&eacutes del campo.